Los corales son organismos que se desarrollan exitosamente en mares tropicales, son los constructores del arrecife formados por colonias sedentarias de cientos o miles de organismos muy delicados llamados pólipos, pertenecientes al reino animal, y están asociados en simbiosis con la presencia de un alga denominada Zooxantela, la cual vive en el interior del tejido del pólipo y es indispensable para la producción de oxígeno, y la liberación del dióxido de carbono, entre otros elementos.

Gracias a esta simbiosis (Figura 1), los pólipos pueden construir grandes esqueletos de carbono de calcio para dar estructura al arrecife, además proveen un ambiente seguro y libre de depredadores a la zooxantela, excepto bajo condiciones de estrés donde el alga puede ser expulsada del pólipo y debido a que la zooxantela es la que da la diversidad de colores y pigmentos a los corales, da como resultado el “blanqueamiento” del coral, a pesar de esto, juntos colaboran con otros organismos para la aportación de nutrientes indispensables para su crecimiento.

Figura 1. Simbiosis de los corales, Zooxantelas. Far-Reaching Ecological Systems

https://www.behance.net/gallery/4040147/Far-Reacing-Ecological-Systems.

Dentro de la forma de vida de los corales, la alimentación pueden obtenerla de partículas en suspensión, bacterias y compuestos orgánicos diluidos en el agua. Por otro lado la reproducción de estos organismos es muy variada, se pueden reproducir de manera continua o solamente en una temporada y se presentan dos tipos de reproducción: la reproducción sexual consiste en  la fertilización de los gametos ya sea interna o externa, hay variabilidad genética y en algunas especies los sexos pueden estar separados conocido como gonocóricos o bien, si cumplen con ambos sexos son hermafroditas, y el otro tipo de reproducción es la asexual, por medio de fragmentación, en este tipo de reproducción no existe la variabilidad genética, y es una estrategia  para aumentar el número de colonias en un área por simple división de los pólipos (Foto 1) para el crecimiento de individuos genéticamente iguales.

Durante su desarrollo, los corales depositan un esqueleto que va sumando a la construcción del arrecife, este esqueleto carece de vida por lo tanto la superficie del arrecife es la parte viva que mantiene a las colonias, en dichas formaciones existen distintas formas de vida de animales y algas, como moluscos, esponjas, algas coralinas, gusanos tubícolas, peces, entre otros corales no constructores de arrecifes, como el coral fuego, las gorgonias y los corales suaves, y al ser el elemento dominante para toda la diversidad, este tipo de ecosistema se les denominan sistemas arrecifales.

Con respecto a la tasa de crecimiento de los corales se estima entre 1 a 10 cm al año dependiendo de las diferentes especies, hay algunas que son de lento crecimiento y otras de rápido crecimiento como las especies ramificadas, las cuales dan mayor rugosidad y estructura al  sistema arrecifal, pese a estas medidas tan pequeñas, es impresionante la formación de estas estructuras de los sistemas arrecifales  del mundo  a través del tiempo, son sin duda alguna las comunidades más ancestrales del mar, con una historia geológica de más de 500 millones de años.

Foto 1. Colonia de Pólipos de Orbicella annularis, la coloración de los corales se debe a las zooxantelas encargadas de la pigmentación. Fotografía: Ximena Lizaola

¡Y no solo eso son los corales!, además son barreras geográficas que sirven de protección a la zona costera y a la selva, amortiguando y disipando la energía de las tormentas tropicales y huracanes para evitar catástrofes naturales de alto grado, protegen a cientos de animales y son el refugio de muchas especies de peces lo cual atrae a uno de los predadores más importantes del océano, los tiburones, todo estos flujos de energía brindan servicios ambientales para las comunidades en desarrollo (Foto 2) a través del turismo y la pesca, son una fuente financiera importante para el ser humano y un recurso natural necesario para el funcionamiento del ecosistema.

Sin embargo, desde hace varias décadas esta simbiosis se encuentra en un frágil equilibrio que se ve afectado por diversos factores del cambio climático, como las altas elevaciones en la temperatura y la acidificación, provocando el blanqueamiento del coral hasta  su muerte y por otro lado,  las actividades antropocéntricas como la deforestación del manglar, la contaminación, los encallamientos, el derrame de petróleo,  la descarga de aguas residuales, entre otros, ocasionando graves enfermedades que pueden matar a las colonias y eventualmente a la capa superficial del arrecife dejando solamente el esqueleto calcáreo del coral. La pérdida actual de los arrecifes de coral ha llamado la atención en diferentes partes del mundo,  su crecimiento ya no es suficiente para compensar la pérdida producida por el mal uso del humano sobre los recursos naturales.

Por estas razones, es importante conocer a los formadores del arrecife, sus problemáticas y las soluciones de diferentes organizaciones, instituciones, y de la participación de las comunidades para la restauración de estas colonias tan importantes para el ser humano como para la naturaleza.

Foto 2. Los arrecifes de Coral brindan servicios ambientales y son el soporte de la economía local de las comunidades.