A través de los procesos ecológicos y evolutivos, los sistemas arrecifales tienden a recuperarse por completo de perturbaciones naturales severas como huracanes y tormentas tropicales, estas perturbaciones pueden tener un rol importante en la estructura de las comunidades biológicas del arrecife, mientras que las perturbaciones antrópicas suelen ser crónicas y llegan a provocar daños irreversibles en el ecosistema (Knowlton, 2013)

En la actualidad la situación de los arrecifes de coral ha reducido abruptamente su cobertura coralina, la degradación de los arrecifes de coral ocurre por perturbaciones naturales y/o antropológicas a escala local y global. Entre las causas de origen antropológico que han provocado la mortalidad de estas comunidades son: la destrucción directa del hábitats, la descarga de aguas residuales, la sobrepesca, la introducción de especies invasivas, las emisiones de gases de efecto invernadero, entre otras que han generado cambios negativos en la estructura y composición de los ecosistemas, lo que puede llegar a comprometer su resiliencia o su capacidad de recuperación. (Romero, 2017)